Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Macabeos 8, 36-36

36 El que había pretendido saldar el tributo debido a los romanos con
la venta de los prisioneros de Jerusalén, proclamaba que los judíos tenían a
Alguien que les defendía, y que los judíos eran invulnerables por el hecho
de que seguían las leyes prescritas por Aquél.